CAUSAS INTERNAS DEL CAMBIO LINGÜÍSTICO
El cambio
lingüístico puede producirse por diversas causas internas:
Causas internas
Son las
propiamente lingüísticas, entre las que se encuentran:
·
La presión del sistema (presión paradigmática). La lengua es un
sistema en que cada elemento depende de los otros, por lo que el efecto de
cualquier cambio en un elemento, no puede verse como un fenómeno aislado, sino
que repercute en toda la estructura del sistema lingüístico en su totalidad.
·
Las leyes fonéticas representan un factor de cambio al brindar un
resumen de procesos y reglas de correspondencias, ya que el cambio fonético no
reside en la palabra aislada, sino en todas las palabras que tienen esa determinada
articulación.
·
Distintas tendencias humanas:
a) La ley del
menor esfuerzo o ley de la economía fisiológica que relaja y desgasta el
sistema. Por ejemplo: la m final latina se perdía en la pronunciación de
Plauto, y no se escribe en el sepulcro de los Escipiones. En el habla vulgar,
la pérdida se hizo general; así, caballum dio en romance caballo y novem dio
nuevo.
b) La
necesidad de ser comprendido que crea diferenciaciones para mantener o reforzar
la claridad del signo. Esta tendencia, en oposición a la ley del menor
esfuerzo, permite que se mantenga el sistema como medio de comunicación,
impidiendo así su destrucción. Por ejemplo: la m final latina que se perdió en
la lengua romance, solo se mantiene en los monosílabos para reforzar su
debilidad fonética, y aún se sigue pronunciando en español convertida en n:
quem/quien, cum/con, tam/ tan, entre otros.
c) La analogía
que intenta unificar el sistema mediante la creación de formas, por imitación
de otras ya existentes. La analogía corrige o entorpece incesantemente la
acción de las leyes fonéticas. Con frecuencia el sentido de las palabras es el
que ejerce su acción, de ahí que aparezcan los accidentes de etimología popular.
La analogía es
considerada por muchos lingüistas, la causa más poderosa de la evolución lingüística y
actúa sobre la fonética, la morfología y el
vocabulario. Por ejemplo: la etimología popular es como un cruce de palabras
procedentes de un error de interpretación respecto de una de ellas; el que
habla cree equivocadamente que entre ellas hay una conexión etimológica. Del
latín veruculum se dijo en francés verrou, y en español antiguo y dialectal
berrojo, pero como esta palabra designaba un objeto para cerrar las puertas, se
pronunció cerrojo, y, pues como se hace de hierro, se dijo en castellano
antiguo ferrojo y en portugués ferrolho.
La analogía es
también la base de fenómenos tan aparentemente opuestos, como la llamada
«formación contraria»: después de haber calificado como «salada» el agua del
mar, teniendo en cuenta la oposición salada/dulce, se denomina por analogía
«agua dulce» al agua no marina, a pesar de que dicha agua no es precisamente
dulce, sino, no salada.
d) La
imitación de individuos y de grupos humanos que son vistos como modelos en cada
momento. Ejemplo: durante la Época de Oro, Góngora, que había sido educado en
un ambiente de humanistas y eruditos, introduce en su obra palabras del latín y del griego ajustándolas
a la naturaleza del castellano, y así influyó poderosamente en toda la poesía
del siglo XVII.
·
El principio de la economía se encuentra dentro de los límites del
sistema.
Se manifiesta,
por ejemplo, en el llamado “cambio funcional”, por el cual una palabra que
habitualmente es usada como cierta parte de la oración, pasa a desempeñar otra
función. Por ejemplo, mural pasa a funcionar como sustantivo al sustituir a
este en la expresión periódico mural; igualmente ocurre con la palabra consolidado,
que sustituye a empresa consolidad, así como el rápido, que sustituye al tren
rápido.
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